jueves, 24 de marzo de 2016

Siete potentes razones por las que los niños no deberían escuchar (y ver) reggaeton

 

Lola Rovati @Lolarovati

Los niños son grandes consumidores de música. Les gusta cantar y bailar al ritmo de las canciones más pegadizas, y sin duda, el reggaeton es un género que invita a mover el esqueleto. Cantan las letras de las canciones a pesar de que no entienden ni un cuarto de lo que significan, pero cuando escucho a mis hijas cantar "contigo quiero hacer travesuras", "tú estás bien dura, no me puedo contener" se me ponen los pelos de punta. A través de tablets y smartphones tienen acceso a listas interminables del reggaeton más escuchado. Un vídeo detrás del otro de imagenes de sexo explícito y letras que no son precisamente ingenuas. Nosotros crecimos escuchando canciones de Miliki, ¡pero nuestros hijos escuchan reggaeton!

¿Tus hijos escuchan este tipo de música? Es posible que sí, o que alguna vez la haya escuchado, porque aunque queramos evitarlo, suena allí donde vayamos. Os damos siete potentes razones por las que los niños no deberían escuchar (y ver) reggaeton. Siete razones por las que, al menos a mi, no me gusta que mis hijas lo escuchen. Que conste que no tengo nada contra esta música, y que me divierte mucho bailarla, pero no creo que sea un contenido adecuado para los más pequeños.

Sexo explícito

Los contenidos sexuales son una constante en los vídeos reggaetoneros. En todo ellos (o casi todos) hay alguna escena de sexo, toqueteos o perreo, y no me parece el tipo imagenes que debería ver un niño. En ningún momento se advierte que el contenido no sea apto para menores. Los vemos en la tele a cualquier hora, en vídeos, en internet...

Materialismo

Cochazos, mansiones, ropa de lujo, cadenas de oro... La seña de identidad de los cantantes de reggaeton, o al menos de los personajes que protagonizan los vídeos, se basa en elementos como la forma de vestir, de hablar, la música que escuchan y también en la posesión de objetos materiales. Cuanto más dinero tienes, más guay eres. Un valor que no me gusta inculcar en mis hijas.

Menosprecio de la mujer

La mujer es cosificada. Criticamos a la Barbie, pero ni hablamos de las mujeres que protagonizan los vídeos de reggaeton. Son mujeres esculturales, con cuerpos perfectos generosos de caderas y delantera, con todo muy bien puesto para satisfacer las necesidades de los hombres como objetos sexuales.

 

 

La mayoría de las veces son mujeres que engañan a sus parejas, seducidas por un tío más "listo y sexy" que el "estúpido" del marido. Ellas ni siquiera tienen poder de decisión. Son seducidas y se entregan. Son manipulables.

La forma de bailarlo

El reggaeton es un ritmo pegadizo y caliente, muy sensual para bailar. A los niños les divierte y copian la forma de bailar que ven en los vídeos. Así, no es difícil encontrar en internet vídeos como el que vemos abajo de niños "perreando" al ritmo de la música. Muchas veces hasta son los propios padres los que animan a los niños a realizar estos movimientos obscenos.

Las letras calientes

¿Os habéis detenido alguna vez a escuchar las letras? El ritmo es tan pegadizo que a veces pasamos por alto las letras, y esa es la percepción de los niños, pero aunque no las entiendan todavía y no se vean influenciados por ellas, son muy fuertes.

Algunos ejemplo: "Ven, dame en la cama, Mi calentura, Para tu cuerpo saciarte, No te sientas sola, Ni tengas miedo, Que yo quiero castigarte", "Papi, dame lo que quiero!", "Gata traicionera, va a ser mi prisionera, Vela que te pillo donde quiera, y como quiera”

Ya desde los títulos podemos insinuar las letras de las canciones: "Noche de sexo", "Gata fiera", "Me estas tentando", "Desnudemonos", por nombrar algunos.

Los efectos en la adolescencia

Cuando las personas escuchan determinado género musical se sienten invadidos por estos sentimientos. En la adolescencia, cuando estallan las hormonas, los niños se sienten identificados con este tipo de contenido musical. En países donde el reggaeton es el género más escuchado se ha relacionado este fenómeno con el embarazo precoz en las niñas adolescentes.

Por otra parte, un estudio que ha investigado la relación directa entre los gustos musicales y la inteligencia de los adolescentes que hacían pruebas de ingreso a la universidad, llegó a la conclusión de que los fans del reggaeton tienen un cociente intelectual más bajo que el resto.

No es "sólo música"

La música no es sólo un pasatiempo. En el 81% de los hogares se escucha música todos los días. Después de hacer deporte y ver televisión es la actividad favorita de los niños.

La música es uno de los principales elementos para la formación cultural, y tiene gran influencia en la conductas y emociones que reflejan los seres humanos. Es un instrumento de aprendizaje, por tanto lo que escuchan nuestros hijos debe preocuparnos. La psicóloga de UNICEF Francisca Morales afirma que “así como nos preocupamos de la salud y la educación de los hijos, debemos ocuparnos del derecho a la recreación: la música les entrega a los niños identidad cultural”.

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Violencia, embarazos y drogas afectan a alumnos de bachillerato

Por Laura Poy Solano

En el aprendizaje que logran los alumnos el contexto pesa, y mucho, afirmó Sylvia Ortega Salazar, directora general del Colegio de Bachilleres (Colbach). No se ofende a nadie, dijo, si se reconoce que existen problemas de violencia intrafamiliar y nuevamente hay tasas crecientes de embarazo adolescente, así como de consumo y distribución de sustancias tóxicas.

Agregó que a 20 años del inicio de las reformas para alcanzar la calidad educativa existe suficiente evidencia para determinar que no habrá manera de producir buenos resultados si los cuerpos directivos, de docentes y trabajadores no asumimos que debemos incidir en lo que está mal.

Sin embargo, resaltó que en el centro del escenario educativo no sólo está el profesor, sino también sus alumnos, y que juegan (un papel) sus circunstancias, los entornos, los tamaños del plantel, el acceso a la tecnología o su falta de accesibilidad: pesan todos estos factores. Esa es la lección, pues por más que los maestros se preparen y sepan, una cosa es saber y otra poder hacer.

Con una matrícula de cerca de 100 mil alumnos, que representa 25 por ciento de los adolescentes que cursan bachillerato en la zona metropolitana del Valle de México (ZMVM), señaló que la primera aplicación del Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (Planea) reveló que 97 por ciento de los alumnos del Colbach obtuvieron los niveles más bajos de desempeño en matemáticas y 85 por ciento en lenguaje y comprensión lectora.

En contraste, agregó en entrevista, al evaluar el desempeño de los docentes frente a grupo, 60 por ciento tuvieron resultados buenos y destacados, e incluso 16 por ciento lograron el nivel excelente, lo que representa el doble de la media nacional.

Al relacionar los resultados de Planea con los obtenidos por los profesores, explicó, nos preguntamos por qué pese a tener esos profesionales de la enseñanza no logramos mejores resultados.

Una vez que se comprobó que la medición de los resultados de los alumnos fue exacta, se aplicó Planea de nuevo para convencernos de ellos, y detectamos que para muchos estudiantes esta prueba no les parece relevante; no es un examen que les dé nada y no contestan lo que saben, sino que responden para tratar de concluir lo antes posible.

En cuanto al ambiente institucional, señaló, identificamos que tampoco hemos logrado enfatizar que sí se trata de una evaluación importante, que te ayuda no a ingresar a la universidad, pero sí a identificar las áreas en las que debes mejorar antes de tu examen de ingreso. Tema que sí valoran los alumnos, pero que no he logrado comunicar adecuadamente.

Ortega Salazar indicó que otro aspecto que impacta en los resultados del aprendizaje es el número de alumnos por centro educativo. “El tamaño de los planteles –20 en la ZMVM– hace que la atención a los estudiantes no sea la que debe ser. Vamos a tener que mejorar nuestro modelo operativo, porque no vamos a reducir su tamaño, sino a asumir el reto de atenderlos mejor”.

Debemos ser, afirmó, más flexibles. Ayudarnos más entre profesores del mismo semestre y de la misma línea de asignaturas, para que el estudiante tenga acceso a un conocimiento que le sea relevante, que le permita tener la oportunidad de un tránsito más exitoso a la vida adulta.

 

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