- Un equipo de Nación, convocado por Bienestar Estudiantil de la Universidad Autónoma de Entre Ríos, brindó detalles sobre el sistema de becas para ese nivel y del Progresar
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Representantes del Área de Bienestar de la Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación, estuvieron en Paraná para dar continuidad a un ciclo de charlas, en todo el país, que tiene por fin evacuar consultas y promover la adhesión de estudiantes a programas de ingreso, permanencia y egreso en la universidad. Se trata, puntualmente, de las becas Bicentenario, becas universitarias y el Programa de Respaldo a Estudiantes de Argentina.
Invitados por la Secretaría de Bienestar Estudiantil de la Uader, Vanesa Espinoza y Oscar Ortona, estuvieron en el encuentro que se desarrolló en el complejo educativo Juan Domingo Perón el miércoles último.
El Secretario de Bienestar Estudiantil, Walter Valentinuz, y su par de la Facultad de Ciencias de la Vida y la Salud, Dafne Cis, comentaron que habían tomado conocimiento de las charlas informativas que se estaban desarrollando en el país, brindando esta información.
Valentinuz valoró también el trabajo conjunto con el Ministerio de Educación de la Nación desde el inicio de la gestión en la Universidad. En ese sentido, señaló el aporte de la Subsecretaría de Gestión y Coordinación de Políticas Universitarias, a cargo de Laura Alonso, y de la Dirección de Bienestar Estudiantil de ese organismo, a cargo de Nicolás Carivenc.
Ortona contó que “las dudas más frecuentes son dos: si los programas asistenciales son incompatibles y si uno no califica para el Progresar, si se queda afuera de algún otro beneficio. Es exactamente al revés, tanto el Progresar como el Bicentenario y Becas Universitarias se complementan y articulan”, aclaró. Destacó que “es la primera vez que tres programas se complementan para brindar el mayor beneficio posible al estudiantado argentino de nivel terciario en adelante”.
En pos de remarcar este principio, Espinoza concluyó: “El objetivo es que se anote la mayor cantidad de chicos posible. La idea del Progresar era llegar a 600 mil pibes y ya tenemos esos inscriptos y se siguen inscribiendo. En cuanto a becas, lo mismo: el año pasado tuvimos una inscripción de cien mil y es muchísimo. La intención es incluir a todos los estudiantes de las universidades públicas”.
LOGROS. “Tenemos una tasa incremental de inscriptos en la universidad y una tasa de permanencia que crece. Los anuarios estadísticos del Ministerio muestran que la tasa de inscripción, que tradicionalmente estaba en el 4 y el 6 por ciento, se ha incrementado un poco más y que la tasa de egreso también”, informó Ortona.
“Se está logrando el objetivo central que es el ingreso, la permanencia y el egreso y eso quiere decir que tenemos más profesionales, especialmente en aquellas carreras críticas del sector productivo. Ese es el objetivo central”, subrayó.
“Tenemos un país con herramientas sin explotar que hay que fomentar. Una de las herramientas que había sido muy descuidada en las décadas pasadas es el conocimiento, la herramienta educativa. Hoy la herramienta de los países civilizados es el conocimiento.
En este esquema de ideas, educar, producir gente que piense y elabore conocimiento es fundamental. Lograr esa masa crítica nos puede llevar a un país un poco más pleno y más inclusivo del que estamos haciendo hoy”, resumió la idea de las políticas de inclusión educativa.
Ortona mencionó que “sólo el 20 por ciento de la población de la escuela secundaria ingresaba a la Universidad en décadas pasadas. Esos guarismos se modificaron y hoy estamos entre el 27 y el 30 por ciento y las proyecciones son muy positivas”.
Valoró en este sentido el aporte que han hecho las políticas de articulación entre los niveles secundario y universitario, instancias en las cuales “las universidades nacionales están jugando un rol de excelencia, diciendo ‘vengan que les ayudamos a estudiar’ porque se han incorporado tutorías y talleres de lectocomprensión que es una de las falencias más importantes”.
Finalmente, destacó las acciones de Uader en este sentido, con una gestión decididamente proactiva a las políticas públicas de educación inclusiva”.
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