miércoles, 1 de enero de 2014

La educación es cosa seria

Luis Cueva Pérez
Una de las noticias que más sobresalieron días atrás fueron las voces de protesta de varios sectores sociales del país contra los resultados de la evaluación a 54 universidades y escuelas politécnicas que ejecutó el Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Ceaaces). La respuesta del presidente Correa no se hizo esperar y desde Arenillas respondió a sus detractores de manera tajante: “Tenemos que tratarnos duro. Ocultando la verdad, los problemas no se resuelven. Vayan y busquen en cualquier ranking universitario, a nivel mundial, si entre las mil mejores universidades hay una ecuatoriana. Entonces este es un problema de Ecuador y de América Latina, porque entre las cien mejores universidades no hay una sola de América Latina”.
El tema estaba en boca de estudiantes, profesores, catedráticos y mientras leía las noticias pude hablar con una estudiante universitaria de Educación a distancia, que recién había rendido un examen de la Universidad de Loja en el colegio La Providencia. Hablamos acerca del bajo nivel de las universidades del Ecuador, que en cierto modo el jefe de Estado tenía razón, ya que no existen universidades latinoamericanas que gocen de la suficiente calidad para tentar siquiera ser los últimos entre los primeros. –Con honestidad…, le pregunté, ¿con nuestros títulos profesionales usted cree que podríamos tener la tranquilidad de ejercer nuestras profesiones en otros países? –No, me contestó; hablamos otra cosa.
La educación y la salud siempre han sido el talón de Aquiles de nuestra región, pero es necesario que tengamos en cuenta que la carencia de buenos niveles en educación en nuestro país nunca fue una decisión de nuestro pueblo, y es porque simple y llanamente, esta deficiencia educativa es el resultado de una permanente política de inequidad en las relaciones económicas que practican los países del primer mundo capitalista contra nuestros países. Nuestras economías dependen y siempre dependieron de las decisiones de los países desarrollados. Ellos son quienes ponen las pautas, las cuales siempre nos ponen en desventaja y, por ende, son los causantes de no solo tener un sector educación atrasado, sino también repercute en las aéreas de la salud, la industria, etc. Por eso, los especialistas saben muy bien que la historia de la educación, de las universidades del mundo está estrechamente relacionada con el desarrollo socio-económico de los países.
Si revisamos la historia del nacimiento de la primera universidad, podemos ver que nace bajo este contexto. Era el año 304 en la ciudad de Constantinopla bizantina, días en que esta ciudad gozaba de una excelente economía, época en la cual se le consideró como la más rica de Europa, y en medio de la opulencia y el bienestar, florece la cultura y se ubica como la mejor del momento. En medio de estas condiciones favorables, el emperador Constancio II creó la primera universidad. Sin embargo, siglos más tarde, nace la primera universidad registrada de manera institucional, era la universidad de Bolonia (o Bologna), en Italia, en el año 1317. Esta universidad nació en medio de una ferviente evolución social y económica, gracias a las crecientes actividades de producción y comercial empujada por las agrupaciones artesanales de la época.
Pero el ejemplo más espectacular de cómo las universidades han consolidado el progreso económico y social de una nación se desarrolla después de la Segunda Guerra Mundial, en los Estados Unidos. Hasta los primeros años del siglo XX, el país del norte no tenía ninguna universidad que sobresaliera en las especialidades científicas, no obstante, el Estado calamitoso en el que habían quedado las naciones europeas a causa de la guerra, sobre todo Alemania, provocó el fenómeno social denominado “Fuga de cerebros”, que fue absorbido por el sistema universitario de los Estados Unidos.
A partir de este momento, los científicos más famosos del mundo le dieron un espectacular impulso cualitativo y cuantitativo a las universidades norteamericanas, y Estados Unidos se consolidó aún más como la primera potencia mundial. Actualmente, este país sufre graves problemas en su economía, y la explicación del deterioro económico que dan muchos especialistas concluye que los sectores de educación y salud ya no son los mejores del mundo. Si Ecuador ha iniciado un plan de desarrollo en estos últimos años con la meta de ser un país desarrollado, necesita disponer de la mejor educación universitaria del mundo, sí o sí.

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